Ojalá puedas creer lo increíble de nuestra historia, el arte de cómo nos movemos cautelosos por este tablero incierto, como nos fusionamos perfectos en cada uno de nuestros límites histéricos; y cuando te miro no podría ver a nadie más, y cuando juegan tus manos en mi cintura, nada haría más perfecto el momento ése cuando estás al lado mío, buscándole identidades a las hojas huérfanas y creando de un parque nuestro universo nuevo.
Nunca tuve la idea certera de a quién le dedicás tus letras, ni si existe alguna expresión que detone melancolías ni si el cielo de hoy te hizo acordar a sus ojos. Nunca tuve la idea certera si es a mí a quien pertenecieras, o al viento de los miedos, pero la única verdad origina en mi real pertenencia a vos. Ya notarás así, mis innumerables incapacidades de mentirte, odiarte, lastimarte o perderte, entre otras; escondidas en silogismos profanos de mis sueños de papel. Pero es fundamental encontrar tu brillo intacto, el regocijo de las sonrisas que no regalás, para despertarme, seguir creando y creyendo.
Entonces qué es mejor que mañana, si puedo tropezarme con tus besos llenos de esperanzas; si puedo amarte hasta los huesos y apostar una vida entera a que un día dejemos de ser para empezar a sernos.
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ResponderEliminarempezar a sernos..
ResponderEliminarN, tiene sentido.!