La gente nunca lee los textos largos que escribo... claro, todos prefieren esas dos oraciones sintéticas y rancias que subo a veces.
Cabe reseñar la navidad pasada, cuando la reunión familiar concibió la idea de que cada familia tenía que presentar un "talento" para un "show". De más está aclarar la ausencia de talentos en la mía, por lo que bajo la insistencia de mis padres (quienes nunca leyeron nada de lo que escribo) y mis primos (que tampoco), me ablandé e imprimí algunas poesías y los cuentos que ganaron un concurso en el colegio.
Fue la experiencia más frustrante de mi vida, ver a mis abuelos, mis tíos, mis primos, mis hermanas, mis padres, mirando estupefactos y atónitos, pero intentando desenredar con sus oídos la primer poesía bajo la voz de una de mis primas (no soy clara al habla tampoco). Terminó la lectura y nadie entendió que había terminado. Empezó a interpretar uno de mis cuentos y ya la mitad se había parado, un par hablaban del brushing de la tía y otros intercambiaban miradas y cruzaban palabras del asado y de cuánto faltaba para las 12.
Volví a mi casa como si hubiera sido bastardeada, no sabía si lo que había escrito era muy malo o era muy específico para aquellos seres extraños alimentados de Bailando por un Sueño y E! Television. Algunos me consolaron después, dijeron que mis textos son capciosos y complicados y que requieren concentración o hasta relectura. Este año sucedió algo similar respecto a un texto que me encargaron para el día del maestro. No sé, la única verdad es una:
me ofendí.
Tenés una mente demasiado complicada, a Cocteau le pasó lo mismo
ResponderEliminarCreo que eso es lo mejor que te puede pasar. Hay que ir buscando lugares hasta encontrar el suyo. Lee, imprimí, difundí... esa es la única manera de reconocerse.
ResponderEliminarQuizás la única verdad es que sos demasiado inteligente.
ResponderEliminarSentite orgullosa. A muchas personas les gustaría ser como vos.