"Es así, sin querer, te llamé. Se apretaron los botones neuronales y casi que con telepatía te llamé. Perdoname, ¿No estabas durmiendo?, ¿Te desperté? Deberías estar durmiendo. Es que el otro día escuché esa canción y me vino así a la cabeza tu nombre y no pude parar de repetirlo. Yo sé que no tengo que encargarme de que lo sepas, pero a veces no sé bien cómo no decirte. Son cosas que con el tiempo y la paciencia, un día, habremos aprendido a arrepentirnos."
- Ya sé... quebrame los labios con un beso, otra vez.
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yo quiero saber...