Tomás, me cansé de jugar a este juego. Me gusta demasiado tu cubrecama, tus dos almohadas y tus tres almohadones como para resignarme a una vida entera sin ellos. No quisiera preguntarme por siempre cómo llevás el pelo esta mañana. En lo posible, dejá de irte de mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
yo quiero saber...