- (...) En realidad, conocer a una mujer es una tristeza más. Cada muchacha que pasa por nuestra vida nos oxida algo precioso adentro. Posiblemente cada hombre que pasa por la vida de una mujer destruye en ella una faceta de bondad que otros dejaron intacta, porque no encontraron la forma de romperla. Estamos a la recíproca. Somos una buena cáfila de canallas...
Arlt.
Arlt.
que belleza
ResponderEliminar¿Ve? Por eso Arlt es lo inmenso que es.
ResponderEliminarTodavía recuerdo el flash que me provocó la primera vez que leí "Aguafuertes porteñas". Encima lo leí justo atrás de "Bestiario" de Cortázar. Sin dudas, dos tipos que me marcaron en materia literaria.
Merecido y gran rescate el de este texto. Groso.