Durante la limpieza sentimental, entre ese papelerío escrito de mentiras, un sobre. Inmaculado, con una frase de rouge como epitafio. Lo abriste, el color familiar, la letra de ella. Pero la oscuridad terminó de nublar el cuarto cuando leíste:
"Puedo ser el mal, mi amor. Puedo ser todo lo que quieras que sea. Puedo ser tu Sol, puedo ser tu B, puedo ser fa sostenido, puedo ser tu casa. Pero puedo ser el mal, si así lo quisieras: el veneno más exquisito que degustara tu lengua. Yo puedo ser asesina y ser tu muerte."
No hay comentarios:
Publicar un comentario
yo quiero saber...