martes, 6 de noviembre de 2012

el día que borré las fotos

Las viví, las saqué, las adoré, las miré, las imprimí, las recordé, las odié, las evité, las extrañé, las lloré, las olvidé, las valoré, las atesoré, y hoy las borré. No hacía mucho las había encontrado de nuevo en mi pantalla, en la carpeta que hacía meses no se abría (¡ni cerraba!). Fue un tema recurrente en mi mente los últimos días, y decidí espiar esos rincones de mi vida de los que había huido por un tiempo.
Así las reencontré. Ahí estaban, todas enfiladas con .jpg, las originales y a las que les había corregido la luz. Mayormente estaban ocupadas por alguien muy parecida a mí, quizás más joven, a veces más feliz y a veces más triste. En casi todas, esa figura estaba acompañada de alguien muy parecido a él, quizás más joven, a veces más feliz y a veces más triste. Casi que recordaba las historias de cada una, lo que había pasado antes y lo que había pasado después. Casi. 
Entonces puse en acción la tecla rectangular vertical al lado del Enter, y empezó a sonar como si fuera una música de un piano extraño. Entonces entendí que iban ser mejor recibidas en ese rincón de la memoria que almacena las luces y tiende a borrar los tormentos de antes y después. Eran cruelmente armoniosas de una manera lastimosa. Sin embargo, ya no nos correspondían como antes y me convencí de que quizás serían aún más lindas en mi memoria antes que en los viejos y anticuados píxeles.
Escondí las manos como si estuvieran ensangrentadas y hubiera sido culpable de algo. Las había liquidado, había asesinado a los pasados. De todos modos, ¿quiénes son esas personas ahora?

1 comentario:

yo quiero saber...