lunes, 28 de mayo de 2012

frases voladas

Ella no te necesita. Tiene tu recuerdo, que vale más que tú. Alejandro Casona


Haceme un favor y no entiendas nada de lo que estoy diciendo.

viernes, 25 de mayo de 2012

correcciones

Yo prefiero un "te extraño" a un "no te olvido".


Eh, forros.

domingo, 20 de mayo de 2012

naif multifunción

De repente. Sin avisar. Como esos pelotazos que te agarraban sin prevención alguna en los recreos de primaria cuando jugabas. Es eso, un juego: a veces perdemos, a veces ganamos, a veces sólo recibimos pelotazos. Cuándo sirve, cuándo no. Inmediatamente nos damos cuenta, con o sin voluntad, de que esa parte de nosotros que habíamos guardado bajo cadenas y candados está ahí todavía. Quejándose, retorciéndose, saltando y queriendo salir.
Yo sentí sus ojos oscuros y toda esa luz gris por horas. Me adelanto tanto quizás que hasta me piso mis propios talones, pero me era sumamente familiar su existencia, su post-ausencia, la sustantificación de la palabra. La suya y la mía (porque yo también me pierdo de mí ocasionalmente). Volví a casa con las mejillas dormidas de tanta risa. No es nada sencillo volver a casa.
De repente, de la nada. Sólo y tan sólo a veces, con mucha suerte, con sentir una mano sobre otra alcanza para que crezcan flores de fuego en la panza.


Usted está habilitado a pensar que todo esto se trata de un ser totalmente desquiciado. Probablemente acierte.


sábado, 19 de mayo de 2012

CT II

Resulta que funciona como un relojito: tic, tac, tic, tac.


Si se propuso borrarme, no cabe la menor duda de que lo hará.

jueves, 10 de mayo de 2012

CT: Circunstancial de Tiempo

Clavado en la pared (los clavos no en las manos, pero en las esquinas, todos esos objetos como cadáveres colgados, testigos de todo que cínicamente nos adornan), acurrucado en la cerradura de mi puerta, impaciente en el cajón de la esquina del escritorio, tu corazón todavía recortado en la tijera. Todas las veces como la primera, te miro con ojos de Luna, de lejos, como ojos de cielo abrillantado, en todas esas cosas que se cuelgan en los días. Es una profanación de las tumbas del presente, retocando las partes del finado y experimentando el más exquisito placer, el placer de sentir el pasado y que arda como el afta en la boca que obliga a la lengua a acariciarla constantemente y contagiarla más.
Quizás las partecitas de tu recuerdo en las sábanas te traigan a mí, quizás mi presencia te algodone los oídos, te llene la panza de Nutella. Quizás tus manos se hagan arena en esta piel otra vez, haciendo peso sobre el cuerpo, revolviéndose como el viento que galopa sobre la arena en nuestras costas. Pero hace frío afuera amor, nadie me abriga los brazos débiles y pálidos, agusanados de noches de ausencias agónicas. Somos partículas de pasado, la unidad que es mitad resignada y mitad acelerada; somos escándalo de amor en los círculos que frecuentamos. De la bronca que me genera esta situación, esta mañana desayuné un tarro de mayonesa y me pinté los dientes con resaltador verde. La autodestrucción es una salida efectiva que me lleva directo (casi siempre) a la región segura de la victimización, querido. La cuestión de esperar al amor eternamente, la melancolía dirían los psicoanalistas, siempre se lleva esa parte irrecuperable de decencia de nuestros seres. Degradarse, tragar, comerse los ravioles, bancarse las pelusas de los ombligos y todas esas cosas que hacemos para conseguir esas deliciosamente adictivas migas de pan.
¡Qué enrosque este baile! No me soltás ni siquiera en los billetes de subte. Siendo sinceros, no había necesidad de descuartizarme los ojos cuando te fuiste. Ay, me apena todo el sexo virtual e inútil que consumo en mi mente todos los días. Probablemente te dé pena eso a vos también. Estoy padeciendo tantas emociones juntas que hasta fantaseé con tirarle un fósforo en el lomo al caniche blanco de acá a la vuelta que no para de ladrarme. Dicen que los perros le ladran a los fantasmas, pero no viene al caso.
No me alcanza con besarle los ojos bizcos a Juan, no me alcanzan sus dedos huesudos en mi cintura, porque simplemente no los quiero. De hecho, ni siquiera sospecho amarlo, tiene la cara toda desencajada como rompecabezas destartalado, el dedo gordo del pie chueco como papa frita blanda y cuando habla sólo puede decirme una sarta de estupideces. Sin embargo, hoy no tengo más que bastardearte y llenarte de calumnias dignas de cualquier destetado. Casi que viajo hasta tu choza a tirarte algún minino en la cara para que te la rasguñe toda, o mínimo que te arruine el jean andrajoso que usás siempre. Al fin y al cabo, esto no es más que un gran soliloquio, sujeto gramatical, reflejo de esquizofrenia y vaya a saber cuántas mentiras más.
Me cansé de coserme botones en los parches. La sintaxis está errada: dónde aparecés en mi basamento, cómo te hago núcleo de esta oración inconmensurable, Circunstancial de Tiempo. Sólo en el discurso puedo materializarte, este ser sin ser de dignidad dudosa. Al menos existe ese recoveco donde te conozco y te siento, donde puedo construir esa foto que (¡gracias al Santísimo!) nunca nos vamos a sacar.

miércoles, 2 de mayo de 2012

cosas que le escribí

Me recupero del periplo y continúo con mi exposición. Diría que son esas letras de los Beatles que cuelgan del lado derecho de tu labio superior, las arruguitas que se te hacen en los ojos cuando te reís o cuando gesticulás algunas de esas miradas que hago yo, o la manera en que masticás y mirás mails al mismo tiempo. Qué difícil creerte cuando te reís, me despedís y me agarrás de la mano. Seguro que fue ayer cuando hacía las cosas mal, cuando nos encaprichábamos en correr a la fatalidad de nuestra historia, seguramente. Pero poco importa lo que pueda decir, arrepentirme ahora, cuando mi única esperanza es que tus ojos jueguen en esta página de pensamientos inútiles que alguna vez pude imaginarme. Me lleva a vos el 14 de mayo, el 15 de junio, el 29 de julio, el 20 de agosto, el 20 de septiembre, el 25 de octubre, el 1º de noviembre, los 50 días de diciembre, el 3 de enero, el 6 de enero, el 22 de enero, el 14 de febrero, el 15 de febrero, el 15 de marzo, el 13 de abril. La ciencia ha hablado: no hay escapatoria a este recorrido circular, mental, cardiopático. Salvo el tiempo, de quien hay que desconfiar antes de los amigos. Quiero decir, sí, la "superación", el hecho que está hecho y hecho está, la fatalidad del destino, que hay muchos peces en el mar, que la vida sigue y mucho mejor así se está. Todo me ha sido dicho en materia amorosa, Lacan, Freud, los amigos, los conocidos y el cognitivismo. ¡Pero qué me importa si me miran esos ojos de avellana, si esa boca amenaza besos eternos! Corta edad y largo aprendizaje de no seguir determinados consejos me han dado la mayoría de las experiencias hermosas de las que me construyo. Y de las experiencias malas también.
El punto es, ¿cómo saber que todo ha quedado disminuido, minimizado, finalizado en un montoncito de palabras triviales, de esa convención estúpida del final feliz? No se sabe, y estoy segura de que me encuentro inmersa en la pileta de dulce de leche tanto como vos, pero disimulás mejor. Entonces, qué sucede si tanto vos como yo hubiéramos cometido pequeños y magníficos errores que nos condenasen. Sucede que quedan dos caminos, el de huir y servir para otra(s) guerra(s), o el de pelear y proponerse estar con la otra persona (tan fácil decir, ¡tan difícil de realizar!) y empezar a hacerse bien. ¿Eh? Supongo que es eso lo que me lleva a vos tantas veces. Quizás sea necesario golpearme  algunas veces más con esa puerta de vidrio transparente casi imperceptible que es el tope de realidad; pero tengo todos tus colores en el alma y estoy lejos del exorcismo de las películas que no mirás. Al final no pude escribir lo que quería.


Mis perdones a todos los lectores.