lunes, 7 de diciembre de 2009

ellos nunca llaman

Qué tanto cliché parezca, ellos nunca llaman. Son reglas más que necesarias que aprendí y/o comprobé ayer para salir lo suficientemente ilesa de una fiesta de egresados:

- Es obligatorio ingerir la cantidad de bebida alcohólica mínima como para hacerse la/el ebria/o y justificarse de cualquier ineptitud por ello.
- El número del celular será correspondido al público en casos extremos de crédito/aburrimiento/ebriedad.*
- Ídem el mail.*
- Es válido bailar mirando a otro lado para no saludar a indeseados.
- No se aceptará bajo ningún tipo de vista la quemada frase "Me quiero casar con vos".
- No se buscará insistentemente con la mirada entre la multitud al deseado desaparecido.
- Visitas ilimitadas al espejo para chequear pelo y maquillaje donde corresponden.
- Empujá y serás empujado.
- 20 cm mínimo de lejanía entre cuerpo-cigarrillo.
- Si algo pasó con A, ser prudente con la distancia cuando con B.
- Se reconocerá el parche dando accidentalmente un vistazo al celular de A/B.
- No mirarás a las paredes de tu alrededor.**
- Es válido gesticular cuando no se sabe la letra del tema de fondo.
- La luz trae sorpresas inesperadas.
- Lo que nace durante la noche en el boliche, morirá durante la madrugada en el mismo.
- No abandonarás a tus amigas a menos que la situación lo amerite.
- Es válido gritar las letras de las canciones despechadas cuando se está en ese estado.
- Es válido bailarle a desconocidos cuando se está en ese estado (bis).
- Se fingirá sobriedad al finalizar el baile y a su salida.

* Pero nunca, jamás, se esperará de ellos su llamada/mensaje/etc.
**Preferentemente para evitar llantos al ver a deseado con X.

1 comentario:

  1. Ya sabés que opino de esto. Aunque sería divertido llamar llorando a esa persona, al día siguiente ya no jaja.

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yo quiero saber...