sábado, 15 de mayo de 2010

de lunas y escaleras

Es probable que en unas horas llegues a este sitio y leas mis palabras.
Las vas a leer, y releer, y la vas a interpretar de tu única manera. Porque no para todos una palabra significa lo mismo. Quizás yo encuentre al cielo mediocre hoy, y pondere al limbo o a una flor. Si bien no entiendas lo que quiero decir, lo que escriba va a repercutir en tu psiquis, tus retinas, por algunos segundos. O te dejen pensando todo el día, renaciendo memorias, o males y dudas.
Entonces yo voy a estar contenta de que hayas leído mi letra, y que te haya hecho sonreír cuando escribo de escaleras hasta la luna y que te haya hecho llorar cuando escribo que después de esa escalera la luna yacía todavía más lejana.
Hay esencias en la vida que son simplemente horizontes: a veces avasallantes, aplastan y presionan al corazón presto a estallarlo.
Es cuando tenemos que entender que lo que buscamos no es ese horizonte, sino lo que hay después de él.

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