miércoles, 1 de julio de 2009

cinco minutos

El sonido de la voz metálica tan lejana hacía eco en las paredes de su miocardio y le generaba el efecto de balas en su verborragia asesina, pero la piel lo extrañaba mientras la mente renegaba de su existencia y de la horrible sensación de estar entre la espada y la pared.
Es la ausencia del abrazo en invierno, lo que tanto se ató y desató durante la temporada de sol ahora urdía en su alma para incendiar su alegoría adorada.
Van a cerrar la ciudad por nosotros dos... solamente quedate cinco minutos más.

2 comentarios:

  1. Lo lei en tu fb pero no quise decir nada porque esta tu tio y claramente no da que vea el mio jejejeje.

    Me parece prima que lo peor que te pasó es lo mejor que te pasó. Si podes un segundo salirte de tu cuerpo, volverte objetiva, y analizar... Nunca en tu vida podrías escribir de esta forma sin estímulos... Es la belleza de la tragedia

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  2. vuelvo para decirte que leas tu entrada I sometimes wish I was dead por fa

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yo quiero saber...