La fiebre de un sábado azul y un domingo sin tristezas. Esquivas a tu corazón y destrozas tu cabeza... y en tu voz, sólo un pálido adios y el reloj en tu puño marcó las tres.
El sueño de un sol y de un mar y una vida peligrosa... cambiando lo amargo por miel y la gris ciudad por rosas.
Te hace bien, tanto como hace mal.
Te hace odiar, tanto como querer y más.
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yo quiero saber...