sábado, 31 de diciembre de 2011
Drexler y año nuevo
viernes, 30 de diciembre de 2011
imantación
imaginación fértil
Un 2012 lleno de personajes en mi cabeza que claman escaparse fuera de mí al ritmo del tango, pensamiento triste que se baila.
mensajes bélicos
debería dormir
before it gets too old
Eva
Eva sonreía con cierta amargura, pero sonreía al fin. Encendió unos cuantos sahumerios que le recordaron el perfume de esa casa, por lo que el momento ganaba aún más misticismo; levantó del piso ese libro de Dolina y terminó de leerlo mientras, entre capítulo y capítulo, le agregaba a la pequeña fogata algo más de qué alimentarse.
Finalmente, cuando el libro puso el punto final de los finales y no le siguieron dos puntos suspensivos, la mujer se recostó en el sillón y se acomodó los lentes hacia arriba. Posteriormente, levantó una ceja y con mirada desafiante, le sostuvo la lengua con todas las palabras y soltó la victoria final, como si se tratase de jugar a un juego guerra, el placer que toda Eva aprendió a lograr durante tantos años:
Aplausos para Eva, la pirómana que todo ser humano lleva dentro.
jueves, 29 de diciembre de 2011
"el futuro" de cortázar pero después
Sospecho que jamás podré comprenderlo, usted, el hombre sin nombre (alguna vez apodado Doppelgänger), de pies raros y de ideas indómitas. Insólitamente usted me escapó. Insólitamente, usted, me, escapó...
La notita al pie de la cama, como la carta a los Reyes Magos pero con remitente a nadie. Fiorentina se descalzó y con sus dieciséis años exhaló por última vez el amor en su cuerpo antes de dormirse.
demian
Y me contó de un adolescente que estaba enamorado de una estrella. A la orilla del mar extendía los brazos hacia ella, la adoraba, soñaba con ella y le dedicaba todos sus pensamientos. Pero sabía, o creía saber, que un hombre no puede enlazar con sus brazos una estrella. Imaginaba que su destino era amarla siempre sin esperanza y construyó sobre esta idea toda una vida de renunciamiento y dolor, callado y fiel, que habría de purificarle y ennoblecerle. Una noche se hallaba sentado de nuevo junto al mar, sobre el acantilado, contemplando a su amada y ardiendo de amor por ella. Y en un instante de profundo anhelo saltó al vacío, hacia la estrella. Pero todavía entonces pensó en la imposibilidad de alcanzarla y cayó, destrozándose contra las rocas. No sabía amar. Si en el momento de saltar hubiera tenido fuerza de alma suficiente para creer fija y seguramente en el logro de su deseo, hubiese volado cielo arriba para reunirse con su estrella.
- El amor no debe pedir -continuó- ni exigir tampoco. Ha de tener la fuerza de llegar en sí mismo a la certeza, y entonces atrae ya en lugar de ser atraído. Sinclair, su amor es ahora atraído por mí. Cuando llegue a atraerme, entonces acudiré. No quiero hacer un regalo, quiero ser ganada.
Tiempo después, me contó otra historia. (...)"
luna lunera
Un disco de Piazzolla hubiera sido encapsular un pedacito de éter y alcanzármelo a mis oídos para el resto de mi existencia. Claro que usted siempre prefirió los regalos más sencillos, esos que regala todo el mundo y son incuestionables pero inútiles al corazón. Recuerdo el otoño en el que había decidido obsequiarme sólo infortunios. Los elegía minuciosamente en algún negocio de la calle Corrientes y luego le pedía al vendedor que no lo envolviera porque usted disfrutaba hacerlo en su casa. Los decoraba con moños y lágrimas en un papel celofán rojo o negro, y a su entrega nunca faltaba una flor agusanada.
El proceso de transporte era definible e idéntico. Usted llegaba a mi puerta con el sombrero lleno de telarañas, el sobretodo remendado con papel de diario y con la sonrisa acarbonada me ofrecía la bufanda rayada que se le acababa de caer en un charco. Luego del tradicional sí y mi expresión de desagrado, desembolsaba usted con su mano derecha enguantada y mugrienta a la desgracia aggiornada y me invitaba a conservarla para siempre en mi vida. "La de hoy podrá acompañarla por las mañanas, señorita" exclamaba su boca carroñera con una voz cínica.
El tiempo.
Anoche la luna me observó de costado, sólo el bordecito derecho de su ojo asomaba como amagando a cerrarse y desaparecer para siempre. Su mirada era tan melancólica, que me hizo sentir pequeña e inútil frente a la inconmensurabilidad del universo. Me hizo acordar a sus telarañas, sus regalos trágicos y su historia de vagabundo: la miseria de una existencia errante que dejó de mí sólo un recuerdo gris y empolvado de odio para usted. Piazzolla me dio un guiño de tango y Cortázar me prestó sus cuentos. No me sentí triste.
miércoles, 28 de diciembre de 2011
revelación de miércoles
en alguna calle nostálgica y porteña
ni que me acompañen con un suspiro.
¿Estás enamorado?
martes, 27 de diciembre de 2011
lunario sentimental
La novia imposible (fragmento), Leopoldo Lugones
domingo, 18 de diciembre de 2011
viernes, 16 de diciembre de 2011
abraxas
Demian (fragmento), Hermann Hesse
miércoles, 14 de diciembre de 2011
martes, 13 de diciembre de 2011
lunes, 12 de diciembre de 2011
buena estrella
Amor, entonces ya deberías...
volver
volver
volver
volver
a existir en mí, conmigo.
un día
Más o menos algo así: anoche no podía dormir, lo cual fue un inconveniente porque me tenía que levantar a las 8 a.m para ir a Puán a que me firmaran la libreta; me levanté y fui a la facultad en el auto; un pájaro hizo sus necesidades repentina y asquerosamente en mi ventana que por suerte estaba cerrada; cuando llegué, me dijeron que las libretas se firmaban el viernes a las 9; luché y conseguí mi autógrafo de Bastarrechea; me encontré con algunas personas indeseables en la facultad y pasé un mal momento; después me tomé el subte para ir a Acoyte; el subte no paró en Acoyte y siguió hasta Castro Barros; me tomé un colectivo desde Castro Barros hasta Acoyte; llegué al lugar de radiología para hacerme la radiografía panorámica de mis dientes; me dijeron que ahí no la hacían y que tenía que ir a Azcuénaga; me fui a tomar el 132; un viejo me dijo algo de un abogado en la calle; llegué al otro centro de radiología que estaba repleto de señoras y señores malhumorados; el sistema de este lugar no era con números, sino que tenía que sacar una LETRA; por lo que llamaban "T de TERESA, U de UVA" y cosas por el estilo; cuando llegaron a la E la recepcionista histérica me dijo que tenía mal hecha la orden; por lo que me indigné con la sociedad odontológica; me fui a tomar el subte D; una pareja de yankees me miró mal; el subte rebalsaba de seres humanos y símiles; me comprimían y no cerraba la puerta; dos estaciones después, toda la masa de gente me empujó hacia un lado y yo observé sin comprender demasiado; hasta que de repente me di cuenta de que había un hombre a 30 cm. de mí que estaba vomitando hasta por las orejas y que se balanceaba de un lado al otro, expandiendo el radio vomitado en el vagón del subte; empecé a maldecir al mundo cuando me quise correr y llegaron a mis pies rastros del aura de vómito del señor; aunque me regocijé en la pareja yankee que se apretujaba en un rincón de manera horrorizada al lado del charco de vómito; me bajé del vagón y me subí al otro, donde me limpié el pie con una carilina.
Ahora me voy a ir a dormir, a ver si todavía me acontece otra desgracia.
tertulia
- ¡Y que quede bien clarito que yo no le escribo ni a usted ni a nadie!
Después volvió a su lugar y rió hasta desmayarse, para no llorar.
domingo, 11 de diciembre de 2011
ñoquis con crema
¿Por qué nos asustaría la decisión
como si fuéramos a cometer un crimen?
¡Ah! poco nos conocemos, pues un Dios manda en nosotros.
Y yo no me olvido.
y yo no (te)
y quizás algún día alguien llegue a decir de mí:
"A mí qué me importa lo correcto,
lo justo, lo necesario para el balance universal...
yo la quiero a ella, fin."
Y (a veces) vos te olvidás
y a veces vos (me)
no somos irrompibles II
A veces, basta un leve golpe de abanico.
Las telas suelen desgarrarse al contacto de una diminuta astilla.
Se rasgan los papeles...
Se rompen los plásticos...
Se rajan las maderas...
Hasta las paredes se agrietan, tan firmes y sólidas como parecen.
¿Y Nosotros?
Ah... Nosotros tampoco somos irrompibles.
Nuestros huesos corren el riesgo de fracturarse, nuestra piel puede herirse...
También nuestro corazón, aunque siga funcionando como un reloj suizo y el médico nos aseguro que estamos sanos.
¡CUIDADO! ¡FRÁGIL! El corazón se daña muy fácilmente.
Cuando oye un "no" redondo o un "sí" desganado, una especie de "nnnnsí" y merecía un tintineante " sí"...
Cuando lo engañan...
Cuando encuentra candados donde debía encontrar puertas abiertas.
Cuando es una rueda que gira solitaria día tras día... noche más noche...
Cuando...
Entonces, siente tirones desde arriba, por adelante, desde abajo, por detrás... o es un potrillito huérfano galopando dentro del pecho.
¿Se arruga?
¿Se encoge?
¿Se estira?
No.
Late lastimado.
¿Y cómo se cura?
Solamente el amor de otro corazón alivia sus heridas.
Solamente el amor de otro corazón las cicatriza.
Mi amigo y yo lo sabemos.
Por eso somos amigos"
sábado, 10 de diciembre de 2011
no somos irrompibles
Era tan hermosa y el verano se quebraba con tal fuerza, que desconfiar de sus palabras fue desleal.
Quise contarte esta historia para que sepas que, acaso, existe una, entre todas esas olas, que te pertenece solamente a ti. Por eso, si la reconoces y te abre al prodigio de decirte que te quiere, que te baste saberlo.
No la sigas empujando por la duda. Su mundo es de las aguas.
Sin embargo, vendrá a ti, para concederte el claro privilegio de su compañía, mientras creas en ella."
Pequeña ola (fragmento), Elsa Bornemann
Textos apócrifos para agnósticos
Quiero describirte con una precisión hermosa y perfeccionar todos tus adorables defectos para que sigan siendo defectos. Quiero limar todo lo que no corresponda. Sí, voy a esculpirte, modelarte, pintarte, dibujarte. Tengo que crearte, todos los días.Me encanta descansar de vos. Me encanta que seas alguien a cada hora y que incluso tus silencios y tu ocio sean míos.
Es perfecto pertenecerte, aunque duela cada vez que cambies. No hay nada que no elija de vos, no hay nada que lastime más que no tenerte y aún así ser tuya.
Sos una armonía preciosa, la presión del agua en el cuerpo sumergido y lo liviano del aire que envuelve un día de humedad.
Tengo que fotografiar cada uno de tus paisajes, tus ideas, tus pesadillas y, sobre todo, cada una de tus palabras; con cuidado de no perderme en los bordes de tu pelo negro y dejándome distraer por las constelaciones de tus pupilas.
Negarte es igual de inútil que negar a mis manos, o a mi boca. En vano puedo intentar lavarte con lágrimas e ignorarte frente a mis ojos, sabiendo que siempre vas a ser.
Es preciso que me enredes en los hilos de tu risa, sentir tu respiración en mi cuello, sujetarme con fuerza a tus piernas, examinarme cuidadosamente en el brillo de tus ojos. Atarme para siempre a tu cuerpo.
Me encanta admirar tu misterio, un eterno horizonte inalcanzable. Soy adicta a nuestras dudas y a las pocas certezas.
Hay un universo dentro tuyo donde vivo.
Y no puedo esperar a poder escribirte.
Hablen, tiene tres minutos
donde junté una florecita para tenerte entre mis dedos un momento,
y bebí una botellas de Beaujolais, para bajar al pozo
donde bailaba un oso luna,
en la penumbra dorada de la lámpara cuelgo mi piel
y sé que estaré solo en la ciudad más poblada del mundo.
Excusarás este balance histérico, entre fuga a la rata y queja de morfina,
teniendo en cuenta que hace frío, llueve sobre mi taza de café,
y en cada medialuna la humedad alisa sus patitas de esponja.
Máxime sabiendo
que pienso en ti obstinadamente, como una ciega máquina,
como la cifra que repite interminablemente el gongo de la fiebre
el loco que cobija su paloma en la mano, acariciándola hora a hora
hasta mezclar los dedos y las plumas en una sola miga de ternura.
Creo que sospecharás esto que ocurre,
como yo te presiento a la distancia en tu ciudad,
volviendo del paseo donde quizá juntases
la misma florecita, un poco por botánica,
un poco porque aquí,
porque es preciso
que no estemos tan solos, que nos demos
un pétalo, aunque sea un pasito, una pelusa.
Julio Cortázar
miércoles, 7 de diciembre de 2011
de vez en vez
Él la besa con besos míos y la acaricia con mis caricias.
martes, 6 de diciembre de 2011
lo dijeron mejor
domingo, 4 de diciembre de 2011
un cielo y un infierno
Stop, ya está bien así. También puedo ser grosero, fíjate. Pero fíjate bien, porque no es gratuito. ¿Por qué es gratuito? Por miedo a empezar las fabricaciones, son tan fáciles.
Sacás una idea de ahí, un sentimiento de otro estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: Te quiero. Total global: Te amo. Así viven muchos amigos míos, sin hablar de un tío y dos primos, convencidos del amor que sienten por sus esposas. De la palabra a los actos, che; en general sin verba no hay res. Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque la aman, yo creo que es al vesre. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto."
sábado, 3 de diciembre de 2011
bien amar y bien morir
son al fin la misma cosa,
como mi muerte amorosa
lo va pronto a definir.
Tú lo has querido y justo es,
que siendo tuya mi vida,
ya sin objeto rendida,
la eche en un beso a tus pies.
Ni me queda más destino
ni quiero suerte más bella,
desde que eras tú la estrella
que alumbraba mi camino.
Nadie debe lamentar
resolución tan sencilla:
cuando el astro ya no brilla,
los ojos hay que cerrar.
Decisión, Leopoldo Lugones
miércoles, 30 de noviembre de 2011
la medida de mi tiempo
La posición original de la efigie era frente a una de las cuatro paredes de mi cuarto. Entre esperanza y odio aguardaba el amanecer de mi acompañante con paciencia. La revolución, podría jurar, empezó con una leve vibración del hombro izquierdo unos días atrás. El temblor fue propagándose casi imperceptiblemente hasta el terrible día de la delación. La metamorfosis tuvo una última faceta bastante rápida: su espalda se deformó y se cubrió de espinas de puercoespín de más de medio metro, sus puños eran hierro afilado y sus cuencas oculares despedían una niebla gris y pestilente.
No tuve tiempo de redimirme frente a la tempestad que se desataba en mis únicas cuatro paredes. Me deparaba un fin inminente en cuanto dirigiera la mirada a sus ojos que se gestaban de un color rojizo a medida que se acercaba a mi rostro. El fruto de mis creaciones era ni más ni menos que mi vida entera, una vida frágil. Mi impotencia era comparable al insecto al que habían dado vuelta, con su abdómen indefenso y patas inútiles que se agitaban como una plegaria al Dios ausente. En el único y último instante de mí, cuando su cara pedrusca tocó finalmente la mía, aprendí el poder vital de destrucción y construcción.
memorias del subsuelo
En realidad no defiendo el sufrimiento, de la misma manera que no defiendo el bienestar. Abogo por el capricho, para ser más claro, y quiero tener el derecho de ponerlo en práctica cuando se me ocurra."
Dostoievski
lunes, 21 de noviembre de 2011
madrugadas
- 3.40 a.m
- Agarro el celular
- ''No puedo dormir'' enviar a...
- ¡Error! No se pudo enviar. ¿Reintentar?
- Cancelar
sábado, 5 de noviembre de 2011
café
"café"
y en sus manos porciones de mis vicios,
"café"
y en sus manos mi corazón vacío.
Nueve días dice el calendario,
"café"
y una palabra única en mi delirio,
''café''
y una palabra que invocaba su olvido.
Esa voz que movió sus labios,
"café"
y una palabra única en el obituario,
"café"
y en mis manos su corazón vacío.
Esta noche ruego me visite su recuerdo perdido,
"café"
porque en una palabra lo despido,
"café"
entre mis manos con el corazón vencido.
martes, 20 de septiembre de 2011
no alarms
La primavera se veía de lejos,
a media vuelta del reloj.
Cerró los ojos y caminó sin cuerpo,
a alguna parte.
Lamentó haber sido tan sincera,
haberse mostrado tan real
frente a una estatua:
lamentó haber sido tan sincera.
Cerró el sobre y después los ojos,
caminando a alguna parte
y él se fue
lamentando que haya sido tan sincera,
que se haya vaciado de palabras
antes de que cerrara el sobre.
lunes, 19 de septiembre de 2011
cap ou pas cap?
Du bonheur à l’état pur, brut, natif, volcanique, quel pied ! C’était mieux que tout, mieux que la drogue, mieux que l’héro, mieux que la dope, coke, crack, fitj, joint, shit, shoot, snif, pét’, ganja, marie-jeanne, cannabis, beuh, péyotl, buvard, acide, LSD, extasy. Mieux que le sexe, mieux que la fellation, soixante-neuf, partouze, masturbation, tantrisme, kama-sutra, brouette thaïlandaise. Mieux que le Nutella au beurre de cacahuète et le milk-shake banane. Mieux que toutes les trilogies de George Lucas, l’intégrale des muppets-show, la fin de 2001. Mieux que le déhanché d’Emma Peel, Marilyn, la schtroumpfette, Lara Croft, Naomi Campbell et le grain de beauté de Cindy Crawford. Mieux que la face B d’Abbey Road, les CD d’Hendrix, qu’le p’tit pas de Neil Armstrong sur la lune. Le Space-Mountain, la ronde du Père-Noël, la fortune de Bill Gates, les transes du Dalaï-Lama, les NDE, la résurrection de Lazare, toutes les piquouzes de testostérone de Schwarzy, le collagène dans les lèvres de Pamela Anderson. Mieux que Woodstock et les rave-party les plus orgasmiques. Mieux que la défonce de Sade, Rimbaud, Morisson et Castaneda. Mieux que la liberté. Mieux que la vie...
sentencia
Se interrumpió el tiempo para que nunca sea muy tarde volver.
sábado, 17 de septiembre de 2011
Rifa III
Hoy tuve otro espasmo de crisis vocacional, y ahora medio me quedo sin aire. Y dejé de escribir, eso le hace mal a cualquiera.
Deberías escribirte una carta a vos misma... deberías encontrarte.
Rifa (II)
Rifa de besos (y versos)
Y encima estoy lista para salir; pero con nadie a ninguna parte. Eso es peor, verse con las zapatillas puestas.
jueves, 15 de septiembre de 2011
Ausencia de Dios
un derrumbe de algún modo no previsto
¡ah! pero mi tristeza sólo tuvo un sentido.
Todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir,
y por cierto me vieron.
Hasta aquí había hecho y rehecho
mis trayectos contigo,
hasta aquí había apostado
a inventar la verdad:
pero vos encontraste la manera,
una manera tierna
y a la vez implacable,
de desahuciar mi amor.
Con un solo pronóstico lo quitaste
de los suburbios de tu vida posible,
lo envolviste en nostalgias,
lo cargaste por cuadras y cuadras
y despacito,
sin que el aire nocturno lo advirtiera
ahí nomás lo dejaste,
a solas con su suerte
que no es mucha.
Creo que tenés razón,
la culpa es de uno cuando no enamora
y no de los pretextos ni del tiempo.
Hace mucho, muchísimo
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo,
y fue implacable como vos,
mas no fue tierno.
Ahora estoy solo,
francamente solo.
Siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado.
Antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno,
con los ojos bien secos por si acaso,
miro cómo te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.
Mario Benedetti
domingo, 11 de septiembre de 2011
Primera Luna
Arlt.
martes, 6 de septiembre de 2011
66. lunes antes
Es notable que no tuviste la oportunidad de encontrar mi nota o la voluntad de escribirme. Tu ausencia de sentimiento realmente me agota... ¿Por qué, amor?, ¿Por qué irte así? No siento mejora en mis laceraciones internas. Sólo sé que hoy te vas igual que la otra vez, caminás adelante mío y no vas siquiera a fingir mirar atrás.
Pareciera que fue ayer cuando me despediste de esos ojos de canicas anaranjadas, de las caricias de esas manos de gerberas, de los dientes que abrigan esa prodigiosa lengua. Hoy me siento débil, me desintegro y soy una partícula que hasta podrías llegar a respirarme: no tengo el valor para decirte que nunca más.
Es cierto que hoy existo sólo como medio cuerpo, verás, la ausencia de corazón me tiene así de perdida. Estoy tan frágil que lo único que realmente apetece mi vida es la introspección en los sueños que genero en mis jornadas de dormir, que son todos los días. Predicaste de mí a una mujer fuerte que se deshizo en tu ácido hace años ya, pues no queda ni un lunar de ella. Los infiernos son hoy mi único hogar, los que conociste y de los que te escondía. Esta tarde es pura desesperación de buscarte en nuestros itinerarios de siempre, arañar las paredes por no encontrarte y saberte otro que ya no me pertenece; como un extraño.
Porque sospecho tu partida, quiero agradecerte todo lo que me enseñaste, tus manos atravezeron mi esternón y acurrucaron a mi corazón entre ellas. Fuiste calor de invierno, el viento del verano, la luz en la oscuridad, que sos mi tiempo. Entiendo tu silencio, corazón, entiendo que es nuestro triste final aunque yo no quiera creerlo. Nunca voy a creerlo: siquiera el final de mi propia vida significaría el funeral del amor que nos encontró.
Pronto dejaré estas cartas estúpidas, que ya carecen de sentido. Dejarás de reanimar nuestros cadavéricos recuerdos y emprenderás ese viaje al Norte del que tanto me habías hablado. Vas a estar lejos de mí, tan lejos que hasta quizás nos olvidemos el uno del otro o seamos esa figura borrosa del horizonte que ya no significa nada. Moriré, querido mío: sólo con mi muerte vas a poder ser libre. Ya inicié el proceso, nada importa más que esa sonrisa de ratón que tanto me encantaba.
Quizás estemos a tiempo de evitar tu visita al cementerio. Quizás ni siquiera esto esté ocurriendo y sea sólo un juego de dos tontos enamorados que fingen un falso final. Tal vez la realidad sea esa de sentirte cerca a pesar del tiempo, del Norte, del viento, de la tierra en los ojos. O será la locura que me envenena de a poco y que me deja sentir tus abrazos y abrazarte invisiblemente, acompañarte hasta el trabajo y charlar de la jornada a la noche mientras tomamos el té en la cama. A veces cuando me peino en el espejo, puedo sentirte cerca o dibujar alguna expresión tuya en el reflejo. Recuerdo ahora la alegría que desatabas cuando me abrazabas la paz en la mañana.
Tengo este estúpido corazón que no comprende. Por momentos no puedo evitar la sensación de autodestrucción inmediata, la fuerza que me lleva a pasearme por la cornisa de la terraza que me seduce con la dulce muerte. Donde estés te lamentarás y apenarás por este sensible cuerpo, carente de cualquier lógica, inmundo e inmerso en tanta locura. Estúpido corazón, estúpida yo, que no pude evitar la visita al cementerio. No te preocupes, amor, yo seguiré escribiéndote y amándote siempre. Aunque hoy sean tres siglos y dos meses que estas cartas residen sólo sobre tu lápida.
13/8/1989
lunes, 5 de septiembre de 2011
55. domingo antes
De acuerdo en que en ese terreno no lo estarían nunca, se citaban por ahí y casi siempre se encontraban. Los encuentros eran a veces tan increíbles que Oliveira se planteaba una vez más el problema de las probabilidades y le daba vueltas por todos lados, desconfiadamente. No podía ser que la Maga decidiera doblar en esa esquina de la rue de Vaugirard exactamente en el momento en que él, cinco cuadras más abajo, renunciaba a subir por la rue de Buci y se orientaba hacia la rue Monsieur le Prince sin razón alguna, dejándose llevar hasta distinguirla de golpe, parada delante de una vidriera, absorta en la contemplación de un mono embalsamado. Sentados en un café reconstruían minuciosamente los itinerarios, los bruscos cambios, procurando explicarlos telepáticamente, fracasando siempre, y sin embargo se habían encontrado en pleno laberinto de calles, casi siempre acababan por encontrarse y se reían como locos, seguros de un poder que los enriquecía. A Oliveira le fascinaban las sinrazones de la Maga, su tranquilo desprecio por los cálculos más elementales. Lo que para él había sido análisis de probabilidades, elección o simplemente confianza en la rabdomancia ambulatoria, se volvía para ella simple fatalidad. "¿Y si no me hubieras encontrado?", le preguntaba. "No sé, ya ves que estás aquí..." Inexplicablemente la respuesta invalidaba la pregunta, mostraba sus adocenados resortes lógicos. Después de eso Oliveira se sentía más capaz de luchar contra sus prejuicios bibliotecarios, y paradójicamente la Maga se rebelaba contra su desprecio hacia los conocimientos escolares. Así andaban, Punch and Judy, atrayéndose y rechazándose como hace falta si no se quiere que el amor termine en cromo o en romanza sin palabras. Pero el amor, esa palabra...
Mientras leía ese capítulo otra vez, una voz me retumbaba entre los tímpanos recordándome algo que conocía de antes pero que no recordaba cómo ponerle palabras.
"¿Es acaso coincidencia que el poeta alegre cuando se desata tu furia le dice al reproductor que pase este tema tan triste? Está complotados y yo no quiero dejarlo pasar así nomás. Hago lo posible, pero si no me dejás hacer lo imposible nunca voy a poder nada. Si no te dejás creer que se puede lo imposible, al menos una vez más, entonces nada es posible."
domingo, 4 de septiembre de 2011
44. sábado antes
No digas nada.
Técnicamente no estoy hablando... sólo vine para decir...
cuánto te amo,
¡Mucho!
Como a nadie en este mundo... y lamento no ser tu ideal, pero
quería darte algo... "¿Qué?" pensarás:
Pase lo que pase este bípedo implume siempre va a amarte
y siempre va a estar para vos.
Sólo te pido algo...
¡Una sonrisa!,
un abrazo (si querés...),
una cachetada,
una promesa: que vas a ser feliz
y un beso de esos con los que detuvimos el tiempo.
Perdón.
Gracias.
Juan
El anotador se cerró de un golpe mientras que un par de lágrimas se asomaban a leer a otro par de recuerdos. Maldijo al destino, apagó la luz y lo soñó hasta el miércoles siguiente.
sábado, 3 de septiembre de 2011
viernes, 2 de septiembre de 2011
22. jueves antes
Te dejé una nota en el banco de nuestra plaza. Me responderás si la encontrás. Te dejo un montoncito de esos besos que conocés.
jueves, 1 de septiembre de 2011
11 miércoles antes
Me detengo este día en la esquina donde me visitabas. El aire fresco parece renovar el oxígeno que perdimos cuando hablábamos en la oscuridad. Miro aquel árbol que se sonrojaba al principio del otoño y sonrío. Melancólicamente, me acomodo la sonrisa y la mirada al cielo pensando a cuál de todos los Nortes te habrá llevado ese tren.
Camino un poco más: se pasean frente a mí un desfile de recuerdos. Ya no te duele más el alma, querido, ya no necesitás decirme que me amás. Ya no llamás y sé que tampoco responderás esta carta. Es agridulce aquel pensar, me regocijo en la nueva vida que engendrás desde lo más hondo de tu ser, pero es inevitable saber que la parte más honorable de mí, si es que alguna vez existió, ha muerto con tu partida.
No voy a negarte que algunas noches me muerde la soledad los brazos vacíos, que acuden desesperados al cajón prohibido donde guardo un espejito nuestro de lo que alguna vez fuimos. Anoche soñé con tus dientes, y sin creerme Berenice, me contuve para no ir a robártelos: pues bien, tampoco voy a negarte que planeé hace unos días irme también a tu Norte. Tranquilo, sé que no es fácil llegar y hoy por hoy la familia me ata a esta casa; pero confío que un día yo tendré también el mío.
¡Qué vacío abismal, cielo lejano! Nadie me pertenece, a nadie pertenezo. Me convertí en una paria de cualquier placer o elíxir. No he hecho más que errar como un contorno hace ya 11 largas Lunas que jamás han llegado a llenarse. Carezco de cualquier corazón, incluso del mío, porque te lo llevaste en ese tren, Eduardo. Por favor, si tenés la suerte o la desgracia de leer estas palabras, te pido que en cuanto te liberen las fronteras, me devuelvas mi tiempo. No sabés cuánto extraño mi calma.
tu Muriel
el boicot de Facebook
En Este Día En 2009
María Eugenia Trapani
fake plastic trees
María Eugenia Trapani
He's just NOT that into you.
Quiero escribir...
lunes, 29 de agosto de 2011
domingo, 28 de agosto de 2011
el pasado según Spinetta
viernes, 26 de agosto de 2011
jueves, 25 de agosto de 2011
el suicidado
Te escribo quizás, mi última carta. El calor agobia de este lado del mundo y creo que cada uno de nosotros le fue perdiendo el miedo hasta al mismísimo infierno. Es que es el infierno en vida este Norte, y mi corazón se regocija en la alegría de que no tengas que vivirlo vos también. ¡Mirá que loco que estoy, que me alegro de que no estés conmigo! Es insano, pero debo admitirte que no hubiera existido mejor opción que dejarte ahí en el andén, toda marchita y con ojos rojos; que aunque casi se me moría el corazón, sabía que era la única manera de salvarte.
Te dije que quizás es mi última carta. Como te conté antes, le perdí el miedo a todo, incluso a la muerte. Ves, que la soledad me ha atolondrado un poco y tanto... ya no sé si estas dos masas grises y amorfas, pesadas como piedras, son mis pies o pudredumbre. Ya ni reconozco el cuerpo mío, llagado de ausencias, agusanado de tiempo y mugre. Mi única estrella esta noche es que te llegue esta carta de despedida, amor mío.
Difícilmente vuelvas a escuchar de mí, y no hay nada en este universo que me ladre más que dejarte sola en este mundo de bichos raros. Pero sé que sos fuerte, ¡Qué no vas a ser!, sos la mujer de mi vida, mi vida que se termina hoy. No te acongojes por mi partida porque hoy quien te escribe es un muerto vivo. Hace tiempo que perdí el corazón, creo que me lo olvidé en el pañuelo que llevabas puesto en el andén. Sofía, tenés que prometerme que no vas a afligirte por la desaparición de esta carne chamuscada. Esta mañana bailaré mi último baile y tendré mi último beso con la muerte, pero te llevaré siempre conmigo.
21/8/1930
mil grullas
Que mis fantasmas se vayan, que se vayan. Que te vayas, que te vayas.
Que tus fantasmas se vayan, que se te escapen de los dedos.
Que no me encuentren tus fantasmas, que te vayas.
Que me escape de tus dedos.
miércoles, 24 de agosto de 2011
el reloj
El viaje en el tren se ha retrasado y honestamente, la llanura pampeana es un tedio irremediable si no estás a mi lado. Sé que no recibirás con agrado mi carta luego de que aquella vez me respondieras que las palabras no hacen nada. No puedo más que decirte que estás equivocada, Elenita. Decir es hacer: diciéndote, mi alma se alivia lo suficiente como para hacer tolerable otro día más. Por eso te escribo una carta todos los días, a veces sólo cuando sueño.
No he dejado de preguntarme a cada hora qué es de tu vida, cómo llevás el peinado esta mañana, si te animaste a comprar todas esas chucherías que tanto deseabas. Te imagino, amante, completamente desnuda en tus sábanas celestes y no puedo contener el estallido de mi corazón. Te extraño tanto, María Elena mía... pero sólo puedo aguantar este tiempo lejos tuyo a regañadientes, arañando las paredes en esas noches de soledad desesperada, hasta nuestro glorioso reencuentro. ¡Que cuento las horas para ese día! El reloj se burla de mí, paseando sus agujitas cada vez más lento... pero revivo mis esperanzas de que me recibas a pesar del maldito deber que me lleva al Norte.
Tengo una última cosa para decirte. En realidad nunca existe una última cosa que decir... pero imaginemos que fuera así. Sé que la noche te abruma lo mismo o más que a mí luego de mi partida, y siento ¡oh, corazón! que estás en búsqueda de nuevas llanuras para recorrer y que te recorran. Sólo te pido una última cosa: que me mates, porque después ya no voy a vivir más. Sí, Elenita mía, que si es así que me mates.
7/9/1969
lunes, 22 de agosto de 2011
El mismo amor, la misma lluvia
De esas películas que ves a causa del insomnio a las 3 a.m
y te hacen un poco bien.
domingo, 21 de agosto de 2011
pesadillas
la difícil, la que usa el salmón.
Siento llegar al vacío total,
de tu mano me voy a soltar.
Dame, dame, dame
un poco de tu amor;
yo a cambio te ofrezco
una montaña de horror.
Esta noche me siento culpable hasta de la crisis económica en Grecia.
hoja de papel
El murmullo terminó de crear el ocaso en tu garganta. El útero vacío carecía ya de cualquier rastro de humanidad: Lucía nunca fue ni será, ¡oh, tragedia!, lengua de cal, labios, mercurio, hastío. Nunca merecí menos amor que lágrimas muriéndose en fosas y flagelos del cuello del dolor.
¡Es el fin de la moral burguesa! Todo lo repulsivo del hombre: su boca de pezón y su plasticola de esperma. Ni el mismísimo vómito podría reflejar fielmente su inmundicia.
Lucas Verduci & María Eugenia Trapani
plug del sur
Ya ves, soy una completa inútil. Lo supiste desde aquella vez que me viste subir al colectivo tan torpemente que se me derrumbaron cada una de las monedas de diez centavos para mi pasaje. Alguna vez dijiste que me amabas toda, incluyendo mi total ineptitud. Te reías tanto al verme entrar al ascensor, siempre eligiendo el ángulo incorrecto para el ingreso de las otras personas. Me avergonzaba en lo más hondo de mi infierno ser tan obvia en mi estupidez. Me excusaba siempre. Al igual que ahora excuso mi amor.
Antes de despedirte, no puedo evitar recrear todos esos momentos en mi mente. Sabés quién soy más que nadie, sabés que sólo se nace en una tierra. En una carta que te envié hace un poco más de cuatro años te escribí que si hay sólo una oportunidad de existir entero en otra persona, ya la había agotado. Aunque me muerdan rabiosos los recuerdos, aunque el odio me hinche los ojos, aunque ¡todo lo que es posible en este mundo! Esos versos que me dictaron quizás Storni o Pizarnik son tan eternos como la materia y sus reacciones, o mejor dicho, el universo entero. Casi como una buena madre, te dejé anotados en ellos todas las respuestas a mi presencia y a mi ausencia.
Hace unos días, antes de tu súbita partida, tomé conciencia del hecho más espantoso: comprendí que la vida continúa a pesar de tu falta. Sé casi con certeza que en un par de años me casaré y tendré dos o tres hijos, y que quizás nombre a un varón Tomás. Pero sé también que en cualquier oportunidad de ausencia de realidad, mis ojos partirán al cielo a buscar los tuyos, que morderán aún más fuerte y más rabiosos que hoy en día.
Francisco, no hay que estar triste. ¿Acaso no es el amor atemporal lo que busca todo el mundo? Hay personas que incluso pasan toda su vida buscándolo y renegándolo. Quizá porque su verdadero amor era su búsqueda. También hay quienes viven toda una infeliz existencia con el ser equivocado. Quiero decir, deberíamos celebrar nuestro hallazgo que en este día nos despide: encontramos al complemento idóneo el uno en el otro para siempre.
Roma
21/9/1970
sábado, 20 de agosto de 2011
Cadáver Exquisito II
Las cañerías del tímpano en su ovario, el alma se cayó en el barro. Homosexual de invierno, el sexo en la ventana del cuaderno. "Se requiere de mucha paciencia para recibir una carta", se lamentó pensando en el perverso labor del correo y a su vez se excitó recordando los dientes de su dentista.
"¡Qué erótico el cristiano tocándome las tetas! Descartes sobre mis muslos: el arma del perverso sólo es la lengua. ¡Ay! Todos mis suspiros como un mantra en la boca del estómago." Se sentó en una cama desvencijada por el sexo vespertino y se decepcionó cuando llegó a la conclusión de que toda la mierda del mundo se colmaba en la copa que recordaba aquella erección.
El existencialismo porno de un invierno. Harto de fetiches le bañó de semen todo el alma; pelos en la boca: triturar la lengua. Estaba en un estado de tal excitación que hasta olvidó el nombre de su madre. Sólo podía pensar en penetrar su enredadera y libar todo néctar de cada una de sus flores. "Fito Paez vomitando. La menstruación es obstáculo del débil; la redención es la pija del inútil. Sartre como óvulo en la ventana, crucigrama de un enfermo. ¡Fiebre!"
Se metamorfoseó cuando pensó en sus tetas: siempre habían atormentado cualquier intento de relación. El bar cerraba y el techo se estremecía de luces coloradas. El dasein empezaba a quebrarse. Dasein amorfo, rito de zombie. "En mi pared, está tu vidrio; de esta persiana, mis delirios... ¡NO ACABES EN ESTA COPA!"
Se sujetó el estómago con las dos manos. El recuerdo fue la única arma mortal y de nada sirvieron los fetiches ni el cristianismo. ¡Ay, ese fantasma! Contempló por última vez su reflejo en el vidrio y trituró su cuerpo con el picahielo.
"El suicida", María Florencia Rúa & María Eugenia Trapani
Cadáver Exquisito I
Dos destinos se entrelazaban en el mismo humo añejo como desde siempre: la misma fotografía y el mismo ron. Todo lo que existe tiene vómito. "El placer nos devoró las uñas ¿Hasta dónde habré de comerme tus huesos?"
Del cielo y el vómito nacieron sus peores infiernos, las confesiones sobre sexo con background rojo, todo lo que surgía del alcoholismo de esos dos. "Aullo en torno a tu sombra, mi lengua de ron tiene tu muerte, no existe asilo para mi noche."
La oscuridad nocturna los abosrbió en la estufa del comedor. El ron cumplía su efecto, y de beso en euro, la alfombra revivió el espíritu idiota: "Palermo no tiene territorio para coger, el ebrio es mudo, el telo se resquebraja entre tanto rojo". No, no hay alfombra, sus oídos se suicidan en la garganta, el hielo quema los ojos.
El bucle de su flequillo fue suficiente para el orgasmo. Cayeron desfallecidos en la Torre. Quizás alguno pensó en la decepción del naranjo deseado cuando cerró los ojos al sueño: "Ese paladar me asfixia. Todo tu cuerpo, mi saliva. Te acabo los huesos en el exacto instante donde la mutación es eterna. Mudo mi boca a todo tu vómito... no existe alfombra".
¡Qué tragedia la existencia! Toda su vida se reducía al fracaso cuando miraba su par de manos que cual pinzas de cangrejo sujetaban una miseria de realidad. "Te recorro cada fibra de este infierno. El sexo es territorio impenetrable, no bastan dedos para existirte. ¿Por qué tu paladar vuela mi cuello? Tanto fantasma entre esos dedos, tanto volcán en esta boca... ¡No existe alfombra, imbécil!"
"El fetiche", María Florencia Rúa & María Eugenia Trapani
viernes, 19 de agosto de 2011
El karma de vivir al Sur
Se inhabilitó tu cuenta
Para volver a activar tu cuenta y usar Facebook como antes, inicia sesión con tu dirección de correo electrónico y contraseña antiguas.
Esperamos que vuelvas pronto.
2) Eliminar todos los mensajes.
3) Mudanza a un blog secreto.
4) Nuevo mail.
martes, 16 de agosto de 2011
por qué mi muerte
pero lucha y se desangra por la fe que lo empecina.
Uno va arrastrándose entre espinas,
y en su afán de dar su amor sufre y se destroza,
hasta entender que uno se ha quedado sin corazón.
¿Por qué mi muerte? ¿Por qué mi soledad? ¿Por qué romper mi cristal interior? ¡Injusto Eros! Renació, su amor renació sin mí, en mi ausencia y su sombra. Me preguntaron por qué no sonreía y respondí que la felicidad me acalambraba la cara, que por eso prefería manterme seria, que por eso rebanaba olvido y no lo tragaba. Cuando los veranos, la luz impúdica y el sol aborrecible pero necesario decidieron hacerse transparentes y cuando el invierno se quedó sin tiempo, fue cuando terminé de consumirme. Ni ese dejo de piel y huesos eran servibles a la existencia, apáticos, todos marcados de pretéritos y hasta antinaturales. Era tiempo ya, la decisión más difícil: ¿por qué mi muerte?
infectada
Mortales, no me admiren, no me maten.
domingo, 14 de agosto de 2011
ser sin tiempo
sábado, 13 de agosto de 2011
Palermo y sus plazas
Mundo Bizarro
E: -¿Qué?
F: -Su panza.
Descubrimos que todos tenemos esos adorables defectos que el otro contempla casi en secreto.
viernes, 12 de agosto de 2011
¿De qué podemos hablar?
Recién te acordás, recién me decís
que estando a mi lado vos eras feliz.
Que hablando podemos volver a entendernos,
volver a querernos, que no me mentís.
Y hablarnos de qué, ¿decime de qué?.
¿Te quedan palabras que yo no escuché?
¿Te queda en los labios algún juramento
que no es un tormento que yo no pasé?
¿De qué podemos hablar,
sin corazón, sin ternura?
Después de tanta amargura,
después de tanto llorar.
El tiempo ayuda a olvidar,
tenemos otro destino...
¡Seguí! ¡Seguí tu camino!
¿De qué podemos hablar?
¿Por qué me mirás con tanto rencor?
No es mía la culpa si fue nuestro amor
un cielo primero, después un tormento,
después un infierno de angustia y dolor.
¿Por qué no te vas, por qué no seguís?
¡Vos nunca a mi lado podrás ser feliz!
¿No ves que en mi pecho yo tengo un vacío,
un miedo y un frío? ¿Por qué no seguís?
martes, 9 de agosto de 2011
polaroid de locura ordinaria
y se hundió la Gillete:
sangró, sangró, sangró,
y se reía como loca.
No he visto luz
ni fuerza viva tan poderosa.
lunes, 8 de agosto de 2011
sábado, 6 de agosto de 2011
enamorados
El amor verdadero no tiene final."
(y todos soltamos un ''ahhh'' de ternura inevitablemente)
viernes, 5 de agosto de 2011
jueves, 4 de agosto de 2011
la parte peor
miércoles, 3 de agosto de 2011
perdí
No tengo amor, amor, yo no tengo ni un poco tuyo. No soy más que vacío, un corazón que sangra infinita ausencia, que muerde recuerdo. Pero la nada es, amor, que el olvido es muerte, es silencio. Callé tu amor, que es vacío, que es muerte, que sangra. No tengo amor, amor: dejaste soledad, olvido, el corazón maldito, nada.
lunes, 25 de julio de 2011
admirar tus cielos
Todavía conservo "mi cable a cielo". Mientras espero en la parada a la salida de la facultad, me pierdo entre ese millar de gotas verdes sobre mi cabeza que hacen sonar al viento; en el colectivo yendo para el centro me distraigo con esas cúpulas oxidadas que vivieron tantos cielos. Si bien les conservo un respetuoso temor a los balcones de los departamentos, no puedo obviar la hermosa vista aérea que proveen ni evitar acercarme tímidamente a la baranda para espiar la otra perspectiva.
viernes, 22 de julio de 2011
lunes, 18 de julio de 2011
carta al incógnito
Te prometí no escribirte, pero no voy a poder cumplir tal cosa. Las palabras brotan de mi boca, y no es que sea potus, pero tengo la repentina necesidad de aclararte tantas vegetaledades:
Corazoncito, para empezar esta carta no ignoro que te haya causado un profundo dolor. No es que haya querido lastimarte esa vez que te tuve que llevar al hospital, te juro que pensé que eso no estaba tan afilado cuando se me resbaló el mango del cuchillo enjabonado sobre tu pie derecho cuando estabas en ojotas.
En segundo lugar, también tengo que considerar tu grave falta de atención a mi persona. Si bien sé de todas tus pequeñas atenciones, como esa vez que te pusiste vos ese perfume de mujer que me gusta tanto cuando volviste del trabajo para sorprenderme. Más allá de eso, nunca le recomendaste mi trabajo a Patricia a pesar de que la visitás tantas veces. Pero no me quiero ir por las ramas, no tengo intención de reprocharte pero sí de pedirte perdón por lo que pasó con tu hermano el fin de semana que te fuiste a Mar del Plata por trabajo. Tenías razón cuando decías que con una copa de vino ya no me acordaba de nada.
Mi cielo, tengo que confesarte también que no eran tus palabras tiernas y tus ojos melancólicos los que subían la fiebre a mis mejillas cuando salimos la primera vez. Supongo que esto también justifica la duradera ausencia que cometí los días posteriores a nuestro encuentro secreto. No eran mis padres ni ningún severo castigo los que me prohibieron verte durante tanto tiempo, era la escarlatina que me había contagiado mi hermano y que te contagié a vos en uno de nuestros apasionados besos de aquella vez. Te pido mil perdones, pero es una historia vieja y no creo que le des mayor importancia a esta altura.
También quiero que sepas que el vestido carísimo que me regalaste para mi cumpleaños, el celeste con detalles negros, no me gustó para nada, no lo usé esa vez que salí con las chicas y gracias a Dios no me fue el talle. De hecho, tampoco se me voló de la terraza en una tormenta ni se quedó en la copa del árbol del vecino: se lo di como regalo de cumpleaños a Margarita, mi tía abuela.
Por último, necesito pedirte perdón por haberte causado tal malestar durante la cena del otro día. Necesito que sepas que no te creí cuando me dijiste que eras celíaco y que te mentí cuando te dije que había preparado minuciosamente la cena sin gluten.
Amor mío, sé que me vas a entender y que vas a poder perdonar todas estas fallas que cometí en nuestro amor. Sé que tu hermano lo va a entender, que pronto vas a poder volver a caminar y que, con mucha suerte, vas a recibirme en tus brazos de nuevo. Quiero que sepas que te amo y que lamento mucho haber acelerado tanto el auto cuando te vi en esa esquina. Espero que te mejores pronto, dulce mío. Siempre voy a estar en casa esperándote.
domingo, 17 de julio de 2011
ella se puso de mal humor por la proximidad del día del amigo
*jaja
*ya te va a llegar
*no desespereis
*y buen lo del día del amigo.. es un día comercial euge
*qué tanta importancia
*día del amigo es el de todos los días
*no el del 20 de julio nada más
eugenia dice:
*esa es la excusa que las personas que tienen amigos le dan a los que no los tienen
jueves, 14 de julio de 2011
tighter
martes, 12 de julio de 2011
Martes
lunes, 11 de julio de 2011
wouldn't it be good?
you don't know how bad I got it.
You got it easy,
you don't know when you got it good.
It's getting harder,
just keeping life and soul together.
I'm sick of fighting,
even though I know I should.
The cold is biting,
through each and every nerve and fibre.
Wouldn't it be good to be in your shoes?
Even if it was for just one day?
you don't know a thing about it.
You've got no problem,
I'd stay right there if it were you.
I got it harder,
you couldn't dream how hard it got it.
if you know what's good for you.
burning me up from the inside.
The sweat is dripping from each and every pore.
Don't wanna be here no more,
don't wanna be here no more.
Wouldn't it be good to be in your shoes,
even if it was for just one day?
Wouldn't it be good if we could wish ourselves away?
The grass is always greener over there.
sábado, 9 de julio de 2011
revoluciones
jueves, 7 de julio de 2011
sapiencia francesa
-¿Mal de amores?
-Sí.
-¿Te dejaron?
-Sí.
- Bien, si es una historia importante, no te resignes. Guárdate ese estúpido orgullo masculino en el bolsillo y aférrate a la felicidad. Hace poco tiempo parecía que la habías encontrado.
viernes, 1 de julio de 2011
miércoles, 29 de junio de 2011
el odio
¿Por qué? Porque lo sentís al abrir los ojos a la mañana, un pinchazo de lado a lado que se agudiza cuando el mundo te batalla con memorias. Además, se genera cierto misticismo en el que absolutamente todo hace referencia al odiador: la radio, las clases en la facultad, la televisión, las publicidades por Internet, las clases de francés, etc.
lunes, 27 de junio de 2011
de nada sirve el adiós
Te perdiste, mi hoja predilecta,
saltaste de mi corazón y empezaste a volar.
Volaste, palabra más hermosa,
con alas de mariposa, en el aire que respiro y vivo.
¡Y cómo vivo! Que vivo de extrañarte y llorarte.
Sobre mis lágrimas flotaste, mi frase amada.
Se te arrugó la cara de papel y te secaste
con el mismo sol que desata sueños de la mañana.
Que fuiste ilusión que fue sueño antes de ser palabra.
Apareciste, repentino deseo,
Devoraste mi alma y te acurrucaste entre mis musas.
Te hiciste numen, inspiración divina.
En cada mínima partícula mía te impregnaste,
y como práctica esotérica, de mi puño y letra te hiciste voz.
La tuya, tímida voz que es armonía y sensación preciosa
y no cesa de embrujar tantos corazones parios,
como estro de canción prohibida, el secreto mejor escondido.
Encerraste tu corazón bajo el enigma de esfinge
e hiciste de tu piel tu única confidente de solipsismo,
mientras dejabas en mí una espina y el veneno que deshizo el corazón.
Antes del final, sobre el papel descansaste.
De sol y luna, de blanco y negro, de todas estas palabras te marcaste,
y te despediste de manera particular y sin darme lo que me pediste.
Antes del final, sobre mi vida descansaste.
De París y Nueva York y los acordes que hiciste tuyos te llevaste,
que eras la página perdida de mi libro preferido.
domingo, 26 de junio de 2011
canción de lunes
What do I do to make you want me?
What have I got to do to be heard?
What do I say when it's all over,
and sorry seems to be the hardest word?
claroscuro
Es duro olvidarme de vos en este trampolín de rocas... igual me quedo con tu boca que sabe derretir dolor. (fue necesaria tanta luz para poder seguir tu sombra)
corazón cenicero
no more folorn than one could get.
How could we know we had found treasure?
How sinister and how correct.
It was a leap of faith I could not take,
A promise that I could not make.
Mi corazón, mi cenicero,
my ashtray heart.
X por Y
apócrifos
de hecho, ayer estuve soñando con algo que escribiste vos
bah, era parecido... alguien me decía algo de un abrazo en R
porque los abrazos tenían letra
eugenia dice:
yo también sueño con cosas que escribo
y son sueños tristes
sábado, 25 de junio de 2011
Le Petit Prince
vituperio
no me claves tus puñales
2º. Paso: olvidarse de aquel abril.
rage against the beat
*la torre eiffel de la que colgaba se desmoronó
*ahora no es más que un mero groupie de los beatles
viernes, 24 de junio de 2011
I Know It's Over
And I know it's over
still I cling
I don't know where else I can go
it's over, it's over, it's over
I know it's over
and it never really began
but in my heart it was so real...
It's so easy to laugh
it's so easy to hate
it takes strength to be gentle and kind
it's over, over, over
It's so easy to laugh
it's so easy to hate
it takes guts to be gentle and kind
it's over, over, over
Love is natural and real
but not for you, my love
not tonight my love
love is natural and real
but not for such as you and I, my love...
martes, 14 de junio de 2011
domingo, 12 de junio de 2011
los domingos según Dolina
"(...) los domingos a la tardecita hay más suicidos que en ninguna otra hora. Esto podría tener una explicación, a saber que el fin de semana suele ser para muchos una esperanza. Esperanza de que algo se produzca en la vida, que algo venga a romper el aburrimiento, por ejemplo. De que alguien nos venga a salvar la vida con una palabra, que conozcamos a una persona maravillosa, de que suceda alguna cosa que produzca un cambio en nuestra vida. Después de todo, la única manera de combatir al aburrimiento es con modificaciones. El aburrimiento consiste en la sensación de que no hay próxima ninguna modificación. El domingo a la tarde sucede lo mismo que en las fiestas cuando son las 5 de la mañana: que uno se da cuenta que ha esperado en vano, que no ha ocurrido nada extraordinario, que no han venido personas a salvarnos la vida ni hemos conocido mujeres maravillosas... y entonces tiene sabor a desengaño."